La familia santiaguera fue gran protagonista en la III Mesa Social de los Escolapios de Betania. Esta actividad tenía por objeto como encuentro de los agentes de transformación social de los colegios y de las obras de Itaka – Escolapios para profundizar en su labor y compartirla entre su comunidad y con personas bien cercanas y queridas.
Antes de ir, nuestro director, Jesús Garrote, escribió el siguiente texto donde reflexiona sobre el sentir de Santiago Uno ante la realidad de nuestros chicos y chicas:
«El próximo 1 de Marzo queremos buscar entre varios profesionales y alumnos herramientas para que la realidad de la diversidad se convierta en la opción de la inclusión en los colegios de la Provincia de Betania de los Escolapios. El acto será en el colegio de Aluche en Madrid.
Lola Arrieta nos hablará de acompañamiento. Desde Santiago intentaremos aportar un modelo terapeútico y pedagógico en una intervención con los propios chicos. También demostrarán sus habilidades y conocimiento en talleres medioambientales, show cooking y circo.
El público serán profesores y alumnos de los veinte colegios. Abordaremos marcos filosóficos. Pero sobre todo prácticos en que los chicos expresen los recursos útiles para superar el fracaso escolar y cuidar su salud mental y emocional.
Durante treinta años llevan titulando niños y niñas descartados por la escuela. Vienen de protección a la infancia e inmigración de menores solos, por maltratos familiares y sociales, cuyas secuelas son distintos tipos de violencias, adicciones, sexualización del afecto, transtorno del apego. Evidentemente son víctimas a las que criminalizamos. Las sillas de ruedas invisibles se podrán transformar en alas si cambiamos la mirada de los profesores y de las niñas sobre sí mismas, porque en Santiago Uno ya son más.
Nuestras intervenciones pretenden empoderar en lenguaje presuposicional con la certeza de sus talentos y bondades. Exploramos una escala de superación con el esfuerzo de sus éxitos haciéndolos conscientes de la soberanía sobre sus vidas. Les animamos a redefinir sus sueños y luchar por construir un porvenir posible desde nuevas realidades en las que queremos ser aliados educadores y profesores.
Ellos transforman la sociedad recuperando la ternura, permitiendo que cachitos de educadores por turnos formen parte de su familia. Creando una nueva escuela de aprendizaje servicio en la que las situaciones de aprendizaje son su propia vida con sufrimientos y alegrías. Las competencias se adquieren con la supervivencia dentro de su escuela y sin el abandono de sus nuevos amigos. Un currículum abierto aplicado a la vida es posible y es compatible con la EVAU. Aunque no todos tienen que hacer esa evaluación. La mejor inclusión tardía creo que se está haciendo desde los grados básicos de formación profesional. Desde infantil ya puede haber casos de exclusión en la escuela si no se tiene conocimiento de la interculturalidad y de la situación de desamparo de muchos niños en sus familias. Se juzga sus conductas o se culpabiliza a familias derrotadas.
Nuestros alumnos son maestros en nuestras vidas a los que debemos regalar algunas palabras, algunas carreras, algunas ecuaciones, muchos abrazos y no dejar de creer en los milagros».


Foto: Provincia Escuelas Pías de Betania