“Crear experiencias inolvidables en torno al vino, apostando por proyectos singulares en busca de un propósito superior, con el compromiso de construir un legado único”. En torno a este pensamiento gira Alma Carraovejas, la marca vitivinícola que engloba a los diferentes proyectos de la familia Ruiz Aragoneses liderados por Pedro Ruiz: Pago de Carraovejas, Ossian Vides y Vinos, Restaurante Ambivium, Milsetentayseis, Viña Meín – Emilio Rojo, Aiurri, Marañones y Fundación Cultura Líquida. Su filosofía se basa en crear experiencias inolvidables en torno al vino, apostando por proyectos singulares en busca de un propósito superior, con el compromiso de construir un legado único. Alma Carraovejas aspira a ser reconocida como uno de los referentes españoles en el mundo por la calidad y variedad de sus vinos, y por su cuidada oferta turístico-gastronómica, con la ambición de crear un valor duradero para todos sus grupos de interés.

Esta presentación evidencia el orgullo que tenemos de iniciar una colaboración con Alma Carraovejas. Y para compartir camino, nada mejor que compartir viña en esta época del año. Por eso, estamos muy agradecidos de que cuatro de nuestros chavales hayan participado con ellos en una jornada de recogida de uva y conocimiento de los procesos que realizan en sus bodegas. Las buenas sensaciones compartidas en torno a esta experiencia servirán de base para continuar desarrollando proyectos comunes. Ambos coincidimos en el apego al mundo rural, sus gentes y oficios.

En Santiago Uno y en la Fundación Mil Caminos estamos convencidos de que la inclusión social es una magnífica oportunidad para impulsar territorios que actualmente buscan soluciones a su despoblamiento y ausencia de recursos. Alma Carraovejas demuestra con su liderazgo empresarial que en Castilla y León es posible hacer el mejor uso del territorio rural. Su permeabilidad para acompañar iniciativas sociales como la nuestra deja claro que, además, en su camino no dejan a nadie atrás.