El pasado viernes, 14 de abril, se entregaron los Premios a la Solidaridad de Cruz Roja Salamanca. Una gala que se esperaba desde la Casa con nerviosismo por dos motivos: desde la Escuela de Circo ambientábamos con ritmos de percusión la entrada al evento y uno de los nominados al premio «Solidaridad a la acción individual»… ¡Era un chico de la Casa!
Todo salió del 10, no podía ser menos en la gala de una institución que cumplía su 150 aniversario. Los percusionistas hicieron que la gente entrara con ritmo, y eso conecta con el corazón, lo que es indispensable en un evento así. Lleno de personas que se entregan, que vibran, que creen en la colectividad, que anteponen en nosotros a «el yo», «el cuidar» al autocuidado. Personas que nos hacen recordar la esencia y la belleza de las relaciones humanas. En este ambiente, se recordó de forma especial a Ucrania y sus gentes. Y uno a uno se entregaron los premios en las diferentes categorías, entre humor y música. Así llegó la categoría más esperada para nosotros ese día, sin quitar mérito ni interés por el resto, y sí Alexey resultó ganador. Ganó por su valentía y por su entrega, eligió lo difícil ante la moda de lo fácil e inmediato. Hace dos meses se fue a Marruecos, para salvarse él y regresó habiendo contribuido a salvar una familia. Aquí queda su experiencia. Esperamos que despierte latidos y hagan que muchos otros bailen al ritmo de la solidaridad. Gracias, Alexey, por dejarnos seguir soñando.