Cada vez está más cerca el final de nuestra estancia en Marruecos, lo que nos produce sensaciones agridulces. Por un lado, tristeza por las pocas jornadas de convivencia que nos quedan en Tioughza (Sidi Ifni). Por otro lado, alegría porque vemos cómo germinan las semillas que hemos plantado en verano: ejecución de la nueva Casa Escuela Souleiman, en honor al menor de la familia que la recibirá, últimos remates de la pista de fútbol y baloncesto, compras en el mercado para nuestras comidas y cenas, tardes dedicadas a la educación y el intercambio cultural, talleres de costura y de pintura y noches infinitas cargadas de infinitas historias que nunca olvidaremos.
Y, en todo momento, intercambio de español y árabe, un tema distinto cada día, pero siempre con el mismo objetivo… compartir culturas y sentirnos más cerca. EduMa es nuestro proyecto en Marruecos, donde tanto menores como los mayores de Santiago Uno buscan recuperar la ternura.




