Para nosotros resulta muy importante comprobar cómo cada año nuestro gala de fin de curso cuenta con más público y mayor impacto en los medios de comunicación. Este respaldo resulta el mejor apoyo para nuestros chicos y chicas, que tanto esfuerzo realizan para organizar un acto de tantísimo nivel artístico.

Ya son diez años haciendo surcar barcos de fuego por el río Tormes, con la catedral de Salamanca de fondo, creando una imagen poderosa y llena de sentido. «Supervivientes» es el nombre de esta ceremonia porque sus protagonistas son ejemplo de coraje ante las dificultades que encuentran en sus vidas. Para quienes convivimos con ellos y nos relacionamos con su día a día, sólo nos queda aplaudir su compromiso y, de nuevo, agradecer a quienes les dedicáis vuestros aplausos.

Parafraseado el artículo que escribe Teresa Sánchez en «Tribuna de Salamanca», la infancia vulnerable ilumina la noche.