Teníamos muchas ganas de volver a Marruecos. La pandemia y las tensiones entre los gobiernos de España y el país magrebí nos habían impedido regresar a las tierras de los bereberes, imposibilitando viajar en verano con nuestros chavales para crear pistas polideportivas y dignificar viviendas de familias sin recursos. Para nosotros, esta actividad resulta fundamental en la planificación que hacemos cada año. Que nuestros chavales y equipo compartan parte de sus vacaciones cooperando en localidades abandonadas de Marruecos resulta una experiencia absolutamente enriquecedora. Demuestra, entre otras cosas, que jóvenes infractores y expulsados del sistema son un ejemplo para la población «normalizada».

Además, queríamos saber de primera mano cómo está funcionando la ONG que hemos creado allí, Horizontes para el Desarrollo. Así que, dicho y hecho, Ali, Jesús y otro compañero viajaron a Marruecos durante una semana. Visitaron Marrakech, Agadir y varios poblados de la provincia de Sidi Ifni.

El resultado no ha podido ser más positivo. Se ha vuelto a firmar el convenio con las autoridades locales para posibilitar que «Llenando escuelas» vuelva a realizarse este verano. Una de las reuniones fue con la cónsul de España en Agadir. Ella es quien da los visados para que los niños puedan seguir viniendo quince días de intercambio a Salamanca con un Erasmus. Durante su estancia aprovechan para ir al oculista y al dentista, además de aprender a nadar y disfrutar de una convivencia intercultural.

 

Pero lo mejor ha sido reencontrarnos con Hadiya, Abderrahim, Josín y su madre Aisa. El último verano que pasamos en Marruecos les ayudamos a ellos y a su madre a construir una vivienda digna. Así que a Jesús y Ali les faltó tiempo para ir a verles. El encuentro fue muy emotivo, mezclándose las lágrimas y las risas. Nunca nos cansaremos de decir la fortuna que tenemos de recibir tanto por quienes menos tienen. ¡Hadiya, Abderrahim y Josín, muy pronto nos vemos! El verano pronto llegará y de nuevo tendréis a los «santiagueros» por allí para compartir estudios y juegos.

Si quieres leer de primera mano la experiencia de Jesús Garrote en este viaje, pincha aquí.