¡Qué ganas teníamos de regresar a Marruecos! Fieles a nuestro compromiso con el proyecto de cooperación al desarrollo «Llenando escuelas», un verano más regresamos al país vecino para compartir lo mejor de nosotros con los habitantes de localidades bereberes olvidadas. ¡Y ya van más de 15 años! El compromiso de nuestros chavales es inquebrantable. Para muchos será una experiencia que les cambiará la vida para siempre. La convivencia con familias, jóvenes y niños marroquíes durante varias semanas son el mejor antídoto contra el conformismo vital. Los «santiagueros» demuestran verano tras verano su heroísmo participando en esta actividad de educación no formal tan inspiradora.

Las fotografías muestran los rostros, miradas y actitudes de muchachos y muchachas a los que generalmente la sociedad excluye pero que demuestran bien a las claras su aportación para conseguir un mundo más justo.

¡Que disfrutéis mucho, santiagueros! Estamos orgullosos de vosotros.